jueves, 29 de septiembre de 2016

cuatro paredes enjaulan mi alma
cuatro montañas liberan mi karma
yo no soy quien soy bajo este velo sellado
tapado de seda el gusano
es cuando aprende a volar
voy a pensar
en un deseo estrellado en el momento soñado en no subir ni bajar
hoy quiero sembrar semilla distinta en todo suelo lejano
quizás no vea crecer el árbol, mas crecerá mi corazón
hoy sin sazón me dejo el plato al costado, no sé si pasar el rato sentado o caminar mi confusión
hoy no tengo ni instinto animado ni palabra adornada ni perdón de compasión
hoy siento que soy, menos menos que nunca y vacío mi cuerpo apunta a dormirse ya sin luz
pero hay una voz, lejana y siempre prendida, que dice que un día en la vida entenderé este apagón

suelo creer que el destino me guía, mas  alborotada es la vía, y arrebatada mi vigilia por causa de tu ilusión
pero al parecer, la realidad es amiga, y aunque directa, llana y franca, no dejará dormir en la banca a esta sensible palanca que hasta el cielo ha de impulsar
a un alma enraizada que se plante elegante, a servir sin tacha de parante al siempre incesante dolor